Trucos para estacionar

Categoría: Conduciendo
Trucos para estacionar

El estacionamiento es una de las primeras lecciones que se aprenden al volante de un coche, también es una de las pruebas que hay que superar a la hora de sacarse el carnet de conducir y, por supuesto, y hasta que las innovaciones tecnológicas lo automaticen, una de las maniobras necesarias y más frecuentes en nuestro día a día.

Aquí os damos algunos consejos para los dos casos más habituales.

Estacionar en batería

Estacionamiento en LÍNEA

Es la modalidad de aparcamiento más lenta y complicada. Te obliga a calcular bien las dimensiones de tu vehículo en relación al hueco que encuentras y a tener cuidado con golpear los parachoques de los vehículos colindantes.

Una vez valorado esto… comenzamos:

  1. Señaliza la maniobra con suficiente antelación.
  2. Coloca el vehículo en paralelo al coche que vas a utilizar como referencia.
  3. Comienza la marcha atrás en línea recta, hasta que la rueda trasera de tu coche esté a la altura del parachoques del vehículo aparcado delante.
  4. Gira el volante hacia la dirección en que quieres aparcar el coche y continúa marcha atrás hasta que en tu espejo retrovisor exterior puedas ver el faro delantero del coche aparcado detrás.
  5. Gira todo el volante hacia la dirección contraria, continuando marcha atrás. Si tienes poco espacio para maniobrar y el coche choca con el bordillo o estás demasiado cerca del vehículo trasero, utiliza la primera marcha para rectificar y repite la maniobra.
  6. Centra el vehículo en el hueco e inmovilízalo.

Estacionamiento en BATERÍA

Es una forma rápida de aparcar. Deberás valorar la distancia con los vehículos laterales y si dejas espacio suficiente para abrir las puertas. Como dificultad, la visibilidad que tienes al maniobrar marcha atrás es limitada y si el hueco es ajustado, corres el peligro de marcar con la puerta a los vehículos colindantes y viceversa.

Comenzamos:

  1. Señaliza que vas a estacionar.
  2. Utiliza como referencia el vehículo aparcado al lado del sitio que vas a ocupar y coloca el coche en perpendicular a él a una distancia de medio metro aproximadamente.
  3. Comienza la marcha atrás, girando todo el volante en dirección al hueco.
  4. Utiliza el retrovisor interior para comprobar que no hay peatones u obstáculos en la calzada y que no rozas el vehículo aparcado.
  5. Podrás estar seguro de que no vas a rozarlo cuando tu rueda trasera sobrepase el faro del vehículo.
  6. Continúa con la marcha atrás con el volante girado, utilizando esta vez el espejo retrovisor exterior. Con él, debes controlar que no rozas el coche aparcado al otro lado.
  7. Centra el vehículo en el hueco e inmovilízalo.