Calzado y conducción

Categoría: Estilo
Calzado y conducción

Es curioso que a la hora de planear hacer deporte, pasar un tiempo caminando, o estar en casa, elijamos acertadamente el calzado que ponernos, y sin embargo, en un muy alto porcentaje de casos, no usemos esa lógica y ese buen criterio a la hora de sentarnos al volante, sobre todo en trayectos cortos o cotidianos.

Diríase que para conducir, ¡nos sirve cualquier cosa!

Un calzado adecuado para la conducción debe garantizar:

  • SUJECIÓN. Adaptado a nuestro pié, ni suelto, ni oprimido.
  • FLEXIBILIDAD. Permitirá al pié realizar movimientos de precisión, a modo de una segunda piel. Un sinfín de incidentes a los que te puedes anticipar prestando atención a las inmediaciones de semáforos, pasos de cebra, parques y lugares de concentración de personas, salidas de garajes, intersecciones… y a los vehículos que no reduciendo la velocidad, dan muestras de que no van a respetar tu preferencia.
  • COMODIDAD. El calzado debe permitir la correcta transpiración y relajación del pie y de la pierna, sobre todo cuando la conducción nos va llevar un tiempo. La incomodidad, el calor o el frío, la mala circulación que derivan de algunos tipos de zapatos, puede perjudicar la atención.

Por lo tanto, ¿cuáles son los zapatos más adecuados para conducir?

Los mocasines, sobre todo los de verano. Son muy cómodos y tienen una suela fina y flexible. Son de los que menos cansan los músculos de pies y piernas, y también los que permiten adoptar una posición más cómoda y relajada.

Otro de los mejores calzados son las zapatillas deportivas, en particular las destinadas a running, cómodas, de suela fina y flexible, con buen agarre y mejor precisión…

Y para conducción deportiva, un calzado muy ajustado, como los botines específicos para pilotos de competición.

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Equipo Editorial