4×4: Disfrutar fuera de la carretera
Categoría: Conduciendo
Los vehículos 4×4, con tracción a las cuatro ruedas o tracción total, están adquiriendo tanto éxito entre los conductores, que encabezaron la lista de ventas el pasado año.
La verdad es que los actuales 4×4, en sus distintas versiones, resultan superatractivos, tanto por su estética, siempre potente y actualmente, elegante, como por la seguridad y las posibilidades que ofrece a todos aquellos que viven en zonas rurales, a quienes suelen subir a la montaña o a los amantes de las excursiones por el campo.
En general, son vehículos con muy buen comportamiento en situaciones de baja adherencia, con una trazada en curva más eficaz, sobre todo a la hora de acelerar al salir de la misma gracias a su mejor motricidad. La suspensión trasera, que pasa a ser de eje multibrazo, es mucho más eficaz que la que montan con la tracción delantera, pero por el contrario, son más pesados, consumen más, suelen ser algo más lentos en aceleración y recuperación, su centro de gravedad más elevado, debido a su mayor altura, también los hace más difíciles de controlar en curvas a velocidad elevada y por último, muchos tienen poco maletero.
Vamos a hablar de la conducción de un todoterreno en aquellas circunstancias para las que ha sido diseñado, ofreciendo algunas pautas y consejos, pues a pesar de la creciente gestión electrónica de muchas de las funciones, hay que ser bastante prudente y estar familiarizado con su comportamiento y posibilidades.
BARRO
La principal característica de la presencia de barro es la falta de adherencia.
Cómo proceder en terreno con barro:
- Barro líquido y deslizante: si encontramos huellas de otros vehículos, siempre que no sean muy profundas, mejor utilizarlas, el suelo estará más duro y resbalará menos. Poner marchas reductoras y largas, acelerando de manera constante y haciendo uso muy suave del volante.
- Barro arcilloso: Suele ser más profundo y duro. Usar marchas reductoras y cortas, girando suavemente el volante para facilitar la tracción, incluso usar las cadenas, puesto que favorecen el agarre.
¡OJO! el ABS dificulta la labor de frenado, siendo aconsejable desconectarlo si es posible. En caso de quedarnos atascados, dar marcha atrás e intentar salir de la zona, si se nos resiste, intentar sacarlo. Cuando salgamos de la zona, es conveniente probar la eficacia de los frenos y recuperar si procede el ABS. La acumulación de barro en las llantas provoca graves vibraciones en el vehículo que fatigan la mecánica general.
ZANJAS
Si son profundas, intentar rellenarlas previamente con los materiales que tengamos a mano. Atravesarlas en diagonal, apoyando al menos tres ruedas, la dirección ha de ir recta y a velocidad muy lenta, primera o segunda reductora, y teniendo cuidado con no golpear los bajos del vehículo.
VADEOS (ríos, charcos, arroyos…)
En primer lugar estudiar el terreno, las aguas turbias y cenagosas no permiten apreciar la profundidad y además pueden ocultar otros obstáculos, piedras, ramas o desniveles.
Por otro lado, aunque las aguas sean tranquilas, hay que tener mucho cuidado con calcular bien la profundidad. Hemos de evitar que el agua entre por el sistema de admisión de aire del vehículo, en general, no debe superar la altura de los faros. Si colocas un snorkel (cacharrito que sirve para situar más arriba la toma de aire del motor) en la toma de admisión con salida por encima del techo, podrás sumergir el coche mucho más, pero atento a los elementos eléctricos, el alternador, la batería, etc., y procura que se sequen bien cuando termines o te darán más de un problema en el futuro.
Debes conducir con decisión y velocidad constante para no superar la ola provocada por el vehículo. Si quedamos atascados, no parar el motor, pues el agua entraría por el tubo de escape. Cuando estemos en tierra, pisar repetidamente el freno para escurrir y secar los discos y las pinzas.
ARENA
En terrenos arenosos intentaremos mantener las cuatro ruedas en la zona sólida y más limpia del camino. Acelerar con suavidad, cuidando de que no resbale demasiado. Evitar maniobras bruscas o virajes cerrados.
Para subir a una duna debemos hacerlo en línea recta. Nunca abordarla en diagonal o de costado porque la inclinación lateral podría provocar el vuelco. Usar marchas cortas (2ª o 3ª) con un régimen de aceleración constante y sin accionar el pedal del embrague. Para descender hacerlo del mismo modo sin acelerar ni apretar el embrague.
Si comenzamos a hundirnos, no debemos acelerar. Lo mejor dejar soltar el acelerador y dejar que el vehículo se detenga solo. Una vez detenido no debemos intentar girar, sino dar marcha atrás e intentar tomar el camino con mayor inercia.
Para frenar (especialmente en descensos) debemos hacerlo con el motor del vehículo. El freno se debe utilizar únicamente en situaciones que lo requieran.
HIELO y NIEVE
Siempre que sea posible, circular por el centro de la calzada, pues en los bordes suele acumularse hielo y nieve en mayor cantidad.
Poner cadenas, aunque los nuevos neumáticos de invierno para 4×4 son muy eficaces.
Cuando detectemos una placa de hielo, no frenar, evitando asimismo los movimientos bruscos de volante.
Utilizar marchas largas a bajas revoluciones, evitando los acelerones y llevar muy suave el volante.
SUBIR PENDIENTES
Utilizaremos marchas cortas (2ª) a velocidad constante, y vigilando siempre la falta de tracción (agarre). Si se nos va para atrás… maniobra de rescate, que consiste en calar el coche y mantenerlo frenado con el pedal, meter la marcha atrás, arrancar y soltar el pedal del freno. El coche descenderá marcha atrás muy despacio, si ves que pierde la trayectoria, acelera un poco para recuperarla.
BAJAR PENDIENTES
Usar marchas cortas, 1ª o 2ª, y dejar caer el vehículo, si notamos que la parte trasera tiende a adelantarse, acelerar un poco y hacer contravolante para recuperar la trayectoria. Nada de freno ni embrague, normalmente descendemos con la misma marcha que hemos utilizado para ascender. Tenemos que evitar abusar del freno, pues lo sobrecalentaríamos, así como los frenazos bruscos, que nos harán perder el control del vehículo.
Hasta aquí algunas técnicas y consejos para afrontar los escenarios más frecuentes que nos podemos encontrar. La conducción fuera de la carretera, siempre es un reto.
¡¡¡Nunca subestimes los caminos… porque las sorpresas siempre están esperando!!!